Poema de Jabón de Sosa, de Juana de Castro

Hervía en la caldera de bronce sobre el fuego. La sosa devoraba el saín de la vida y ella sola sabía la entraña del milagro. Inmensa, se enfriaba la tarta del color de los ríos, para luego cortarla en cuadrados pedazos aromados de limpio. Hoy que ella se muere como se ha muerto el rito, una niña recoge del cauce de un arroyo el fruto de una piedra: arena y tosca y ocre, cómo sabe su frío a la orfandad del labio... Desde Jabón y Vida , la tienda de Isa.